En una anterior entrada hemos
hablado de la importancia del calentamiento en las artes marciales. De todas
las cualidades físicas a desarrollar y que son imprescindibles para el correcto
desarrollo y evolución dentro del Hapkido, tiene especial importancia el
desarrollo de la flexibilidad, cualidad que debe ser trabajada en cada sesión
de entrenamiento.
A la flexibilidad se la conoce como la capacidad de mover una o más articulaciones en sus límites
máximos de movimiento, dependiendo por ello, de la movilidad articular, de la
capacidad de elongación de un músculo, y de la capacidad de ese músculo de
volver a su posición inicial.
Una buena sesión de
estiramientos debe adecuar y preparar el cuerpo para poder soportar la carga de
la parte principal de la sesión de entrenamiento, ya sea esta trabajo de
patadas o técnicas de pierna (Jok Sul), llaves (Ho Sin Sul), caídas (Nak Bop),
o formas con armas o sin armas (Hyungs), etc.
Dos articulaciones
fundamentales y que han de ser trabajadas específicamente dada la importancia
que tienen para el desarrollo de nuestro arte marcial, son la coxofemoral o
cadera, y la articulación de la columna vertebral. Por poner un ejemplo, la
articulación coxofemoral no solamente repercutirá en la altura de las patadas,
sino también en la profundidad de las patadas que van dirigidas a la zona
media. A parte de estas dos articulaciones, no hay que olvidar el trabajo de
las otras articulaciones, así la flexibilidad, también tiene un carácter
preventivo ante lesiones musculares, evitando tirones, esguinces, etc.
Principalmente podemos trabajar la flexibilidad de tres maneras:
-Trabajo estático de
flexibilidad.
-Trabajo dinámico de
flexibilidad.
-Sistema F. N. P. de
flexibilidad (facilitación neuromuscular propioceptiva.
En próximas entradas
explicaremos cómo se trabajan cada una de ellas.
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